El diario de un pediatra

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11 noviembre 2005

Carta del presidente del colegio médico de santiago

Hace un mes han acaecido sucesos que han hecho patente un estratégico plan para socavar las bases de la centenaria prestigiada medicina chilena.
Debido al infortunado caso de la paciente Jessica Osorio, fallecida por atención de médico foráneo, el Colegio Médico de Chile, debió proceder a emitir opinión al respecto.
Este cuerpo colegiado, ha propuesto una vez más que el Examen Médico Nacional, de ASOFAMECH sea dado por los médicos de cualquier nacionalidad, que deseen ejercer en Chile. O sea, un parámetro igual para chilenos y extranjeros.
Con estupor, teniendo un 96% de aprobación sobre éstos en la población, el ejecutivo se niega a aquello, en oposición además de todos los estamentos técnicos y científicos de la nación. O sea, abuso de poder, para tener exceso de oferta, sin calidad mínima evaluada, mano de obra barata y decisión sin lógica universal, profundamente antidemocrática.
Referirse este ejecutivo a los médicos que han dado su vida en forma altruista en los hospitales públicos, por salarios muy inferiores a los del sector privado y mucho menos que otros profesionales en el sector público (P. Ej. Abogados, Ingenieros, etc.) en forma peyorativo y habiendo regalado de por vida la docencia la gran mayoría, demuestra una odiosidad a la profesión ciertamente inquietante, digno de análisis de otro orden.
Nunca, hemos sabido que a éstos funcionarios, se les haya dado sobresueldos por tan abnegada labor. La explicación primordial de la calidad de salud de la gente más desposeída de este designal País, es ésta atención solidaria médica, desde siempre.
En la tarde dice “Son libre mercadistas”, se refiere a que no reciben sueldo estatal, pero hoy la gran mayoría recibe “Bonos” de valor de subsidios y en los grandes megacentros usan éstos bonos, descontando de ellos altos porcentajes para otros fines ajenos a la acción médica. Países de similar desarrollo, cobran tres y cuatro veces más por éstas atenciones.
O sea, otra falacia mal intencionada para desinformar y oponer a la población usuaria con el que lo salva. Esto, no lo permitiría jamás, un concepto cristiano occidental.
Estos “Socialistas” de la mañana (Según el Ejecutivo) que atienden al 73% más pobres del País, hacen que Chile tenga índices biomédicos de US 13 –15.000 per cápita, para personas que según cifras oficiales no llegan a US 1 de ingreso diario (Incluyo niños, ancianos, indigentes, etc). O sea como Uganda en el Africa.
En qué otro rubro de la economía, se atiende igual en el sector público que en el privado. Por ej. Una intervención quirúrgica ¿Es que piensa algún bien intencionado, que por ser en el sector público, se dejan de hacer hemostasia y antisepsia, a diferencia como se practica en el sector privado?
¿Es lo mismo en el caso de vivienda, justicia, educación, alimentación, vestuario, etc? Allí, es donde el señor Felipe Lamarca, jamás “Socialista en la mañana”, hace hincapié de un sistema económico brutal. No en la atención de salud per se. Sí en el acceso a la salud donde es responsabilidad del Estado y no de los médicos. De esto se avergüenza Chile, no de su calidad médica.
Cuando la ASOFAMECH, CONACEM, Academia de Medicina, Sociedades Científicas, Rector de Universidad de Chile y Colegio Médico, son banalizados en sus sólidos argumentos morales y técnicos, el País que piensa ya debe detenerse a meditar qué está sucediendo.
Los más antiguos, debemos recordar música parecida, que presagiaban hace algunas décadas, tristes episodios nacionales que hasta hoy dividen al País, con heridas que solo generaciones venideras podrán soslayar. Cuando la soberbia con ceguera, no escuchan a los organizaciones de sustento de los valores permanentes, la historia es fecunda en mostrarnos el desenlace.
El cuerpo médico hoy, en Chile, no dispone de prensa. Sus dueños, privados y públicos se coluden para desautorizar la palabra docta en Medicina, compuesta en general por personas nobles de sencilla humanidad.
Hoy el ejecutivo, a través de sus medios desea certificar a los especialistas en Chile, sin el concurso de las Universidades y CONACEM (Corporación Nacional de Certificación Médico). O sea, nivelar hacia abajo, contravenir lo que universalmente es aceptado, y así con pésimos especialistas “marmicoc”, o certificados sin idoneidad, justificaría la “falta” de ellos en el sistema “AUGE”, sistema que como expresara un prestigiado decano “Puso la carreta delante de los bueyes”. Sugiere atenciones con protocolos poco factibles y ofrece garantías que no se pueden financiar en el presupuesto de la nación, y no mide la calidad de los fármacos yde la atención ¡Como si nunca antes del 1º de julio se hubieran atendido éstas patologías!
Pero se hace hincapié que en el parlamento se votó “Casi unánime”, como si en ciencia la verdad fuera dada por mayorías desinformadas y no por los técnicos y el método científico. A la medicina Chilena le está pasando algo similar a Galileo.
Hoy, después de haber negado por 4 años, enviar la ley médica, ya consensuada con la Ex-Ministro de Salud, Michelle Bachelet, al parlamento, da 15 días para que el Colegio Médico de Chile se pronuncie sobre un extensísimo proyecto de Ley, para terminar con el CONDAS (Docente – Asistencial) y que puedan existir muchas escuelas de medicina en un mismo campo clínico, con reglamentos que sojuzgan el actual que hacer asistencial y docente, ejemplo en Latinoamérica por más de un siglo. Esto, no tiene más finalidad que el lucro entre privados y sector público, pero básicamente para inundar de médicos (Sin respeto por el enfermo) y así el poder económico bajar los ya disminuidos honorarios profesionales, con ningún otro norte que gran oferta, y mano de obra barata.
La calidad no les interesa, pues los familiares de los que proyectaron éste modelo se atienden con los mejores médicos y no les interesa el bienestar del enfermo, pues “Ojos que no ven, corazón que no siente”, y además, si se enferma un familiar directo, podrán llevarlos en avión privado a países de alta tecnología para “Su seguridad”, pues en Chile, si no se confía hoy, qué se espera para la medicina del mañana.
Este proyecto maquiavélico, siempre ha contado con la asesoría de médicos que como seguramente no tenían las habilidades del arte de sanar, o peor, prefirieron el lucro a los dictados de Hipócrates, o peor, se dedicaron a medios de comunicación denostando la salud pública y el gremio, por egoístas intereses personales y favoreciendo al poderoso, que busca en la salud (No importando su dolor y muerte), una fuete más de lucro y poder político.
Hoy, éstos personeros, no desean exámenes para los que no son Chilenos, que sí lo deben dar so pena de no poder ejercer en su País. No desean discutir, ni oír, ni legislar. Es más, repiten majaderamente que sin 1.600 médicos extranjeros, que atienden a 6 millones de Chilenos colapsaría “La atención en Chile”.
Me pregunto ¿Antes de 2001, quien atendía a esos Chilenos? ¿Eran muy diferentes los índices biomédicos? O la respuesta es: Son médicos que en sus países no son muy exitosos, con bajos salarios, que ven en Chile una fuente de trabajo mejor remunerado, pero que para Chile son sueldos muy bajos para el esfuerzo y calidad de los Chilenos que accedieron a ser médicos, como elite de generaciones de egresados de 4º medio.
O sea, mano de obra barata, calidad no asegurada, oferta desproporcionada, desprestigio del gremio y abuso de los medios de comunicación.
De continuar así este mal ideado plan con siniestros objetivos, sin interés más que por el lucro y el avasallamiento del bien ganando prestigio médico en más de una centuria, el devenir de la nación, en salud al menos, es muy incierta. Entre los médicos de mas años, no se recuerda un ataque tan brutal y sostenido, solo para lucrar y acallar las voces doctas en medicina ni siquiera en periodos dictatoriales pretéritos de tanto dolor.
La coartación de la libre elección, en la forma mas brutal y anárquica, no hace más que ratificar los enunciados antes expuestos. No tiene otro fin, ya comenzado, en el Gobierno Militar de restarle al gremio médico, su poder de convocatoria moral, prestigiada en el país. Así no habría oposición, de tan relevante tema ni voz que lo haga presente.
Ya a principios del siglo XX países vieron estos metodos con avasallamiento de los opositores. Luego, a mediados del siglo XX, otros, con signos opuestos, usaron la misma metódica, con el mismo saldo de dolor y muerte para millones de personas.
En nuestro país, ya hemos vivido etapas de éstos proceso. Hoy, con la piel de cordero que dice ampliar la base de cobertura sanitaria, se esconde el lobo que busca engullir las mejores tradiciones y valores de nuestra vida médica.
Los tiempos han cambiado, el ex presidente Aylwin, hablaba del “Mercado salvaje” donde lo social no estaba. Hoy es unánime la gran desigualdad económica de nuestra Nación.
Tal vez el gremio médico sea el último bastión donde los valores priman aun mayoritariamente sobre el lucro despiadado, donde el pobre y el rico reciben salud, no importando su calidad, raza, religión o condición social.
Más temprano que tarde, habrá que definir la estrategia para proteger nuestro quehacer, la defensa del bien común, la medicina para el enfermo, la salud y la ciencia al servicio de todos. Estad atentos pues los tiempos son difíciles y desde este Regional Santiago, aún hay fuerza y decisión para defender con hidalguía a un enemigo muy superior, pero que en su interior no tiene la consistencia de la verdad y la recta conciencia, respecto a la salud de sus semejantes.


DR. JORGE TISNÉ T.
PRESIDENTE CONSEJO REGIONAL SANTIAGO
COLEGIO MEDICO DE CHILE

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